domingo, 7 de febrero de 2021

LA TORMENTA ETERNA DE JÚPITER

Nos he soñado dentro de la tormenta eterna de Júpiter. Volábamos en dirección contraria. Te llamaba y girabas en círculos para no verme, como un derviche o el remolino de la negación. La tormenta de Júpiter como una gran mancha roja que se observa desde lejos, bella como la distorsión del tiempo y el espacio, como la gota de sangre que nunca acaba de caer, el pinchazo en el dedo, la maldición de las brujas.

Nunca se protege lo suficiente un corazón. Siempre hay una tormenta perfecta, un huracán que no se acaba, los vientos del cosmos deshilachando los cuentos que todavía no había terminado de explicarte. A lo mejor si miras por la ventana puedes ver los finales abiertos, los diálogos locos de los protagonistas, la malvada bruja persiguiéndome en círculos, en laberintos grises, en campos de batalla. Todos los lugares donde te escondí sin decirte nada para que siguieras volando, para que no te vieran, tormenta perfecta, huracan enloquecido, como una mancha roja en Júpiter, como la sangre en el dedo herido con el que jamás te señalé.

Nunca se protege lo bastante un corazón. Intentaba explicártelo mientras nos soñaba dentro de una tormenta eterna. No me ves. Nunca me ves. No quieres verme.Soy invisible y bailo esquivando remolinos antihorarios para deshacer el tiempo y que intuyas el borde de mi falda, que vuelvas a verme como cuando ganábamos a las tormentas y la eternidad era apenas el reflejo de una gota de lluvia resbalando en la ventana por donde nos escápabamos.

En el centro de la tormenta de Júpiter hay caos y nubes frías y hay los sueños donde aterrizo buscándote para parar los vientos y que estés a salvo.

También hay auroras boreales en Júpiter y son eternas y no se entienden y brillan dispersas y elevan su luz como si quisieran cantar canciones antiguas de tribus nómadas. Me adentro en las auroras buscando brujas que me cambien canciones para deshacer hechizos por el recuerdo de una tarde bella haciéndonos reir. Nunca se protege lo bastante un corazón. Lo repiten las tormentas y las brujas.

Volveré a hacerte un nido de pájaro en el centro de una aurora boreal eterna.

Bailaré invisible alrededor de tu recuerdo. Para que no te atrapen, para que no te encuentren.

Para que el caos bello y eterno del corazón de la tormenta siga siendo tuyo.

Y ojalá me veas en la frontera de un sueño cualquiera, que yo no sea invisible, ni distorsión, ni calma.

Corazón de tormenta.

Eternidad y luz.