Tardaste
ocho años en preguntarme si me arrepentía de algo.
Esperaste
a que acabara el último examen de la carrera, a que llenara cinco
páginas con mi letra pequeña y redonda hablándole de Mahmud
Darwish a mi profesor de literatura, a que saliera a la calle
pensando en Jerusalén sin ti, a que el viento me levantara la falda,
a que fuera capaz de decir en voz alta lo que llevaba meses pensando.
Que me iba. Que te vinieras. Que por qué no te venías. Qué por qué
no me quedaba.
Que
si me arrepentía de algo.
Claro
que me arrepentía. De no haberte acorralado más veces cuando ibas a
clase con tu bolsa marrón llena de papeles desordenados, de no haber
entendido a tiempo que todas tus distancias solo eran pánico a las
alturas. Tu indiferencia, tu cara seria, tu flequillo loco, tus ganas
de salir corriendo en dirección contraria, los días en que no era
capaz de diferenciar si estabas preocupado por tus cosas o enfadado
conmigo. Me arrepentía de no haber entendido por qué me pedías que
me quedara quieta. Siempre me moví mucho más rápido de lo que tu
prudencia podía asumir. Mis quince años frenéticos. Era divertido
ver como se te iba cayendo la armadura.
Los
primeros cinco meses en el instituto, los siguientes tres años sin
ti en clase pero contigo siempre, los últimos cinco años
universitarios. Las tres partes de nuestro gran libro de aventuras.
Cinco
meses sin respirar, sin dormir, sin pensar, sin sentido ¿Cómo
podría arrepentirme de nada que no fuera no haber pasado más tiempo
contigo? ¿Cómo podría arrepentirme de los siguientes tres años
buscando escondites y subiendo a trenes para ir a verte? Cruzar
fronteras, romper las reglas como nunca jamás lo he vuelto a hacer.
¿Cómo
se me iban a olvidar cada uno de los días que dibujaron la historia
que me ha traído hasta aquí?
Cada
uno de los trenes a los que subí, los desiertos que atravesé, los
mares donde pensé que me ahogaría, las bombas que conseguí
esquivar, las manos que solté porque el peso no me dejaba caminar.
¿Hubiera sido tan valiente o tan insensata si no hubiera aprendido a
sobrevivir a tu lado?
¿Me
preguntarías ahora si me arrepentiré de todo lo que todavía está
por llegar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario